La época dorada del rock progresivo se desarrolló durante la década de los 70 del siglo pasado y podemos decir que su declive coincidió con la aparición del punk y la new wave. En España ocurrió algo similar; los últimos años de la dictadura coincidieron con la aparición de grandes bandas de rock. Algunas pocas consiguieron cierta popularidad, aunque la mayoría de ellas tuvieron éxito solo en ciertos círculos del underground. A partir de los años 80, la llamada «movida» trajo consigo la desaparición de la mayoría de grupos.
Recuerdo que en los 80 la mayoría de locutores de radio comenzaron a «demonizar» a las grandes bandas de rock (los llamados dinosaurios). De repente, aquellos que ensalzaban el rock clásico con sus diferentes variantes dejaron de emitir programas. En su lugar, se promocionó una nueva tendencia: new wave, movida madrileña… Es curioso que la aparición de estos grupos obedecía a un patrón común. Ya no importaba el virtuosismo de los músicos con sus instrumentos; incluso, las nuevas bandas se vanagloriaban de sus escasos conocimientos musicales. Importaba más la estética en cuanto a peinados, ropa o maquillaje que la calidad de las composiciones. De repente, era más importante decir que «quiero ser un bote de colón y salir anunciado por la televisión» que las metafísicas reflexiones de Bloque y otros grupos similares.
Conocí la música de Bloque hace ya muchos años. Desde mi punto de vista, es el mejor grupo de rock español de la historia (con permiso de Triana). Me atrevería a decir que es uno de los mejores grupos de rock progresivo en general, no solo en lengua castellana.
Hace tiempo que quería dedicar un artículo a una de mis bandas preferidas, pero no estaba seguro de si alguien se acordaría de ellos después de tantos años. Sin embargo, hace poco, en una red social, me encontré con una página, BLOQUE. Mágicos y salvajes, dedicado a la banda y su legado.
El origen de Bloque lo encontramos en Torrelavega (Cantabria) en 1973. Tras varios cambios de formación, graban su primer disco en 1978, en el que incluyen la canción elegida para hoy. Las letras de Bloque tratan temas místicos, reminiscencias del mundo hippie, reflexiones trascendentales sobre la existencia, la muerte, la vida. También se adentran en los peligrosos temas de la denuncia social y política:
«Tened cuidado con el poder, va cambiando de color. Poco a poco, cambia según acontece. Para convencernos, usa mil trucos cuando, en realidad, todo sigue igual». (Meditación , Hombre, tierra y alma, 1979).
Su obra es corta, solamente cuatro discos, todos ellos magníficos, sobre todo el segundo y tercero: Hombre, tierra y alma y El hijo del alba. Sus influencias musicales son claras: King Crimson, Yes y Alman Brothers Band. Los diálogos de las guitarras de Juanjo Respuela y Sixto Ruiz a lo largo de su obra son realmente sublimes.
La historia de Abelardo y Eloísa y su amor clandestino no es tan popular como las de otras parejas de amantes. Sin embargo, protagonizaron en la Edad Media una trágica historia personal que posteriormente dio paso a un tipo de amor sublime.
Abelardo era un joven noble dedicado al estudio de la filosofía y la teología. Sin embargo, no reunía las características habituales de un teólogo. Su tendencia al libre pensamiento y su afán por la investigación le llevaron a la Universidad de París, donde alcanzó gran fama, entre otras cosas por su extraordinaria dialéctica.
Enamorado de Eloísa, tuvo un hijo con ella. Pero la familia de Eloísa entró en cólera por ocultar su amor prohibido, y se vengaron de Abelardo castrándolo mientras dormía. Desde entonces los esposos se separaron y vivieron en sendos conventos, manteniendo una maravillosa correspondencia. Sus epístolas son un ejemplo de amor elevado.
Recordemos que, en la época medieval, muchas parejas se unían por los intereses de las familias, dejando que el amor apareciera con el tiempo o no. Eloísa distingue entre el verdadero amor, puro y libre y el matrimonio por conveniencia, que define como una especie de prostitución por contrato.
Abelardo, por su parte, prosigue su labor pedagógica, siendo una de las grandes figuras de la escolástica. Defiende el uso de la razón para llegar a la verdad, aunque reconoce que solo la razón no es suficiente para entender a Dios. Está en contra de la fe ciega, dogmática. Para creer hay que entender lo que se cree. ¿Cómo pretendemos explicar algo a los demás si no somos capaces de entenderlo?
Estas cuestiones le acarrearon la envidia y el odio de muchos clérigos y maestros, que lo tachaban de hereje.
Otro aspecto polémico en su obra es que trataba de aunar la filosofía cristiana con la pagana. Para Abelardo, tanto los antiguos filósofos paganos como los cristianos buscan la verdad. La única diferencia es que vivieron en épocas diferentes, pero les unían los mismos intereses. Para él la Trinidad cristiana y el Triple Logos de Platón o la tríada de Plotino nos hablan de lo mismo: son la triple expresión de la Divinidad.
Por eso en su obra defiende a los filósofos paganos o a los creyentes de otras religiones. Lo importante en el ser humano es su actitud de buscar el bien, más allá de qué modo encuentren para acercarse a Dios.
No, no, no olvidaré
cuánto amaron la vida
olvidando el tiempo atroz,
aferrados a su sueño con pasión.
Bloque destaca la dificultad y, al mismo tiempo, la valentía de seguir un amor tan difícil como el de esta pareja en una época tan oscura. Las consecuencias fueron terribles a nivel físico, pero tuvieron la capacidad de sobreponerse a las dificultades y encontraron un amor más sublime y duradero.
Y rompieron
los prejuicios absurdos y las leyes
cadenas y los ritos
de la sociedad.
Una de las características de las sociedades fanáticas es la intolerancia, muchas veces disfrazada de una falsa espiritualidad que, en realidad, encierra un profundo materialismo. La intolerancia es propia del materialismo y también de los sistemas religiosos cuando olvidan el mensaje original del fundador y caen en el fanatismo. En el terreno de la política el ejemplo es clarísimo. ¿No deberían buscar nuestros gobernantes el interés del pueblo por encima de los intereses partidistas? Salvo honrosas excepciones, nuestros políticos se dedican a «colocar» a los afines en los lugares de privilegio. Su principal interés al poco de llegar al poder es cómo mantenerse en el cargo y ganar las próximas elecciones. Las discusiones en el hemiciclo, las groserías y los ataques personales cargados de insultos avergonzarían a cualquier político mediocre en la Atenas de Pericles.
Debemos comenzar a construir los sueños
como lo hicieron ellos
sobre la libertad
Esa es la gran esperanza: la lucha por la libertad. Es el gran sueño del ser humano. Somos libres de pensar, somos libres de amar y somos libres de buscar a la divinidad de diferentes formas sin pretender que una sea mejor que otra.
Pero para ser libres hay que soltarse las cadenas. La filosofía y su práctica, basada en la tolerancia y la búsqueda de la verdad, ha demostrado a lo largo de la historia de la humanidad ser una herramienta válida para soltar cadenas. Con el tiempo, el filósofo, libre de sus cadenas, puede acercarse a la luz y salir de la caverna. Entonces se compadece de los que todavía viven encadenados en un mundo de ilusión y vuelve a la caverna para mostrarles el camino que conduce a la luz.
¿Será que la práctica de la generosidad y el amor elevado como el de Abelardo Y Eloísa conduce a la verdadera felicidad?