Ciencia — 31 de enero de 2016 at 23:00

La asombrosa danza de la Tierra en su movimiento

por

El movimiento de la Tierra ha sido motivo de discusión a lo largo de la historia. Unas veces sirvió para condenar a algunos que se atrevían a disentir de la opinión generalizada de que estaba quieta. Otras, fue objeto de interesantes tratados en la Antigüedad. Hoy, igual que entonces, nos asombramos al admirar la exactitud y belleza que la Naturaleza imprime en sus movimientos.

Aún recuerdo, con una sonrisa en la cara, cuando un profesor preguntó en clase a un compañero de la escuela, que cuáles eran los movimientos de la Tierra. Mi compañero contestó: «Pues… los movimientos de la Tierra son: sístole y diástole». A lo que el profesor, añadió: «Ah, entonces los movimientos del corazón son rotación y traslación»… Evidentemente, todos los compañeros de clase rompimos a carcajadas.

Anécdotas a parte, el tema de la Tierra y sus movimientos, a lo largo de la historia, siempre ha dado que conversar. Es la famosa frase de Galileo Galilei, «eppur si muove» (y, sin embargo, se mueve), que exclamó una vez que hubo abjurado de sus creencias sobre el heliocentrismo frente al Tribunal de la Santa Inquisición. Frase que parece haber sido pronunciada, no en el momento al que la refiere la historia, ya que en ese momento, contradiría su abjuración. Pero sí que parece haber sido pronunciada por Galileo, hombre de carácter, con posterioridad, reafirmante de sus teorías y desafiante frente a la Santa Inquisición.

Si vamos más atrás, en la Edad Media, nos encontraremos en aquella época en la que se creía que la Tierra era plana, que era el centro del universo y que todas las estrellas y planetas giraban a su alrededor. Lo que supone, de facto, creer que la Tierra no se mueve.

Ahora bien, desde los tiempos más antiguos se ha sabido que la Tierra está en constante movimiento, como lo defendió, por ejemplo, Pitágoras, al estudiarlo en su astronomía; o Platón, al tratar la esfericidad del universo y el cielo. Y muchos de los filósofos presocráticos tocarán el tema considerando que la Tierra y las estrellas están en constante movimiento. Podemos añadir al gran Giordano Bruno, con su libro Sobre el infinito universo y los mundos, el cual, con sus teorías cosmológicas, supera el modelo copernicano de considerar nuestro Sol como el centro del universo, para determinar que nuestro Sol era, simplemente, una estrella más de las muchas que había.

Cómo se mueve la Tierra

Sea como fuere, lo importante es que, actualmente, nuestros científicos han determinado unos seis movimientos de la Tierra. Los dos primeros, como ya vienen siendo los más conocidos, los veremos rápidamente. Son los de rotación, de la Tierra sobre su propio eje, que es casi de 24 horas (23 horas y 56 minutos) y el de traslación, de la Tierra alrededor del Sol, que tarda 365 días y 6 horas, lo que determina, aproximadamente, que cada 4 años tengamos un año bisiesto (6 horas/año por 4, dan 24 horas de un día).

Junto a estos dos movimientos, aparece reconocido un tercer movimiento, que podemos llamar de precesión equinoccial. Este movimiento está asociado a lo que parece que hace una peonza. Si nos hemos fijado al ver una peonza en movimiento, cuando pierde velocidad y pierde la verticalidad de su eje, hace todo un movimiento circular. Y ese movimiento es el que describe la Tierra. Dado que el eje terrestre sobre el que gira la Tierra está inclinado unos 23 grados y medio sobre la vertical, la Tierra realiza un cono de peonza que los científicos han llamado de precesión equinoccial. Este recorrido, que podríamos llamar de una vuelta de peonza, tarda unos 25.800 años en completarlo. Históricamente se le atribuye el descubrimiento a Hiparco de Nicea. Este movimiento, de precesión se desarrolla en sentido contrario al movimiento de rotación de la Tierra.

El tema de la precesión nos va a llevar a otro movimiento, el cuarto, que es el de nutación. Al producirse el movimiento de precesión, las vueltas de peonza que da la Tierra no describen un cono de forma regular, sino que, como consecuencia del desplazamiento del cuerpo (la Tierra) hacia un lado, la oscilación del eje de rotación produce un movimiento hacia abajo y hacia arriba. Este movimiento que describe, es el movimiento de nutación. Históricamente, se le atribuye al astrónomo inglés James Bradley.

El siguiente movimiento al que nos vamos a referir es el bamboleo de Chandler, que supone una pequeña variación en el eje de rotación de la Tierra. Supone que los polos de la Tierra se mueven en una circunferencia irregular de 3 a 15 metros de diámetro, en un movimiento oscilatorio. Este movimiento, junto a otros efectos menores, se denomina movimiento polar. Históricamente, este movimiento se debe al astrónomo norteamericano Seth Carlo Chandler.

Y, por último, se reconocen las variaciones orbitales o ciclos de Milankovitch. Estos tienen que ver con la órbita terrestre al oscilar, y la radiación que recibe cada hemisferio, dando lugar a periodos glaciares e interglaciares. Según este movimiento, la excentricidad, la inclinación axial y la precesión de la órbita de la Tierra varían en el transcurso del tiempo produciendo las glaciaciones e interglaciaciones. Históricamente, este movimiento se le atribuye al astrofísico serbio Milutin Milankovitch.

Bien, hasta aquí, hemos visto los movimientos que se le reconocen a la Tierra, desde un punto de vista estático; mejor dicho, estático en relación con el Sol y el resto de planetas que componen nuestro sistema solar. Y, ahora, debemos empezar a mover nuestra imaginación; debemos dar un salto a la vertiginosa velocidad de… 70.000 km/h.

Sí, y es que esa velocidad, la de 70.000 km/h aproximadamente, es la velocidad a la que se desplaza nuestro sistema solar a través de la Vía Láctea, en un movimiento espiral, de rotación y traslación. Este movimiento ha sido muy bien reproducido en las animaciones de la página de Internet  www.djsadju.com, y en los enlaces siguientes: una primera parte https://www.youtube.com/watch?v=0jHsq36_NTU y una segunda parte: https://www.youtube.com/watch?v=C4V-ooITrws

Es realmente asombros ver las animaciones y los vídeos, ya que permiten a nuestra imaginación recrearse y tener la posibilidad de acercarnos al movimiento completo de nuestro planeta Tierra.

Esto produce, como ya he adelantado, dos nuevos movimientos de la Tierra; traslación con el Sol y traslación galáctica. Se calcula que nuestro sistema solar tarda unos 226 millones de años en realizar una vuelta completa a la Vía Láctea.

Por lo tanto, a la pregunta de este artículo de si la Tierra se mueve, podemos concluir que nuestro planeta, no es que se mueva, es que parece que gira, que está en constante movimiento con el resto de planetas que forman nuestro sistema solar y, junto a todos ellos, tiene un movimiento rítmico en la Vía Láctea.

Así pues, yo creo que nuestro planeta baila y que describe una bella y hermosa danza, junto al resto de sus hermanos, alrededor del Sol y de la gran Vaca Cósmica.

Bibliografía:

Tomo II de la Doctrina Secreta.

https://es.wikipedia.org/wiki/Movimientos_de_la_Tierra

https://naukas.com/2010/07/10/los-cinco-movimientos-de-la-tierra/

https://www.youtube.com/watch?v=0jHsq36_NTU

https://www.youtube.com/watch?v=C4V-ooITrws

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

es_ESSpanish