Arte — 31 de agosto de 2016 at 22:00

Tamara Rojo, un cisne bailando en aguas difíciles

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Nacida en Canadá en 1974, la bailarina Tamara Rojo afirma estar en su mejor momento. En palabras suyas, es más sabia físicamente y está en la cúspide de su expresión artística. Es directora del English National Ballet desde 2012. Ha sido condecorada en el Reino Unido por su contribución a la danza, y es doctora cum laude por la Universidad Rey Juan Carlos.

La bailarina es considerada en algunos medios como «el cisne de las piruetas y la acróbata poética de la tenaz entrega. Siempre, incluso a mitad de su vuelo más imposible, tuvo los pies en el suelo». Es sorprendente cómo una figura tan menuda y siendo tan joven tuvo la capacidad de clavar la mirada de los críticos más duros.

Rojo nació en Montreal (Canadá), pero a los pocos meses se trasladó con su familia a vivir a Madrid, España, donde inició los primeros pasos en el ballet.

Es la actual directora artística del Ballet Nacional Inglés, desde el año 2012. Desde entonces, combina su carrera artística con la dirección. Es también licenciada en Danza y tiene un máster en Artes Escénicas por la Universidad Rey Juan Carlos.

Inició su formación en el ballet de la escuela de Víctor Ullate, en Madrid. Bailó con el Ballet de la Comunidad de Madrid en un extenso repertorio que incluyó papeles clásicos, como Giselle, sílfides, Tema y variaciones de Balanchine y Allegro brillante, así como ballets de Christie, van Dantzig, Van Mannen, y muchas obras coreografiadas especialmente para ella por Ullate. Ganó una medalla de oro en el Concurso Internacional de Danza de París y el Premio Especial del Jurado por unanimidad. El jurado incluía a Natalia Makarova, Vladimir Vassiliev y Galina Samsova.

Poco tiempo después, Samsova le preguntó si quería unirse al Ballet Nacional de Escocia. En este, Tamara bailó los principales papeles en El lago de los cisnes, Romeo y Julieta de Cranko y La sílfide, de Bournonville.

Poco después recibió una invitación personal de Derek Deane para unirse al Ballet Nacional Inglés, donde interpretó los papeles principales en casi todas las obras. Sus actuaciones como Clara en El cascanueces han batido récords de asistencia en el London Coliseum, y The Times la nombró «Bailarina Revelación del Año».

La fuerza de un sueño

Supo que quería estudiar ballet desde muy pequeña. Miraba en la televisión un programa que se llamaba El kiosko. En este aparecían unas niñas bailando y le dijo a su madre que le gustaría estudiar donde ellas lo hacían. Su madre se informó y la anotó a la Escuela de Ballet Víctor Ullate. Alrededor de los doce años, descubrió que el ballet no era una simple actividad extraescolar, sino que era algo a lo que quería dedicarse con todas sus fuerzas. Descubrió su auténtica vocación.

La bailarina afirma que ella nunca tuvo una flexibilidad y habilidades naturales. Sin embargo, tenía otras cualidades, tanto o más necesarias, como una buena técnica, y poseía una gran fuerza de voluntad. Entrenaba diariamente seis horas seis días a la semana desde los once años. El éxito obtenido se basa en la persistencia y el trabajo duro.

En nuestras sociedades modernas –comenta la artista–, los niños están poco acostumbrados a la disciplina. El ballet puede enseñar a las nuevas generaciones a despertar valores tan importantes como la voluntad, el esfuerzo y la perseverancia, tan necesarios para superar las dificultades en la vida.

Rojo explica, en una entrevista en la radio, que los niños son a menudo educados para obtener resultados rápidos, antes que enseñarles el valor del esfuerzo y la disciplina. La mayor parte del éxito se basa en algo rápido, con poco talento y falta de compromiso. Este éxito es algo transitorio y muy peligroso.

Con respecto a lo anteriormente comentado, considera que, en general, se fomenta poco la idea de sacrificio. Existe la creencia generalizada de que lo merecemos todo a cambio de nada. Observa también que hay un concepto muy contemporáneo que dice que el trabajo es trabajo y que no debe invadir tu vida personal, y si se logra esto, serás un ser humano equilibrado. Ella no está totalmente de acuerdo con estas opiniones generalizadas. En primer lugar, porque todo lo que merece la pena conlleva un esfuerzo y un trabajo. A veces, es necesario renunciar a cosas para obtener resultados en otras. Y, en segundo lugar, porque cuando te dedicas a algo que amas, como en el caso de una vocación, es algo que te llena y afecta a todo lo que haces.

En otras afirmaciones realizadas por la artista en un periódico, reivindica que en un mundo en crisis moral, el arte puede ayudarnos a contestar algunas preguntas y a tener referentes de comportamiento. Por ejemplo, un gran clásico tantas veces adaptado como es el ballet de El lago de los cisnes sirve y mucho. Nos puede invitar a reflexionar sobre la fuerza que se precisa para vivir de acuerdo con los dictados de la conciencia y las consecuencias que esta decisión puede tener en nuestro entorno; a menudo, la falta de comprensión de la mayoría.

Londres, donde reside en la actualidad, es una ciudad donde el ballet es un tema serio. Los siete diarios más importantes dedican un espacio al comentario coreográfico. Pero Rojo no tuvo nada que temer; desde los inicios, se convirtió en la favorita de la prensa británica.

Judith Mackrell, crítica de danza del diario The Guardian revela: «La primera vez que la vi bailar fue con Romeo y Julieta, en el Royal Albert Hall. Me sorprendió enormemente que una chica tan joven y menuda fuese capaz de llenar el espacio tan poderosamente. Desde entonces, su intensidad lírica y su capacidad dramática no han dejado de crecer, así como el hecho de que sigue poseyendo una técnica de acero».

Hace pocos años aceptó el puesto de directora artística, pese a que la crítica coincidió en que hubiera sido una pena que dejara de bailar.

No es muy común entre el gremio de artistas aceptar estar lejos de los focos y no ser más el centro de atención, pero ella vive la oportunidad de dirigir y dedicarse a la gestión como un reto para aprender. Como dice ella a veces, es necesario sacrificar unas cosas por otras. Para Rojo, también representa la oportunidad de devolver a la danza todo lo que esta le ha aportado. En esta decisión los expertos valoraron mucho los años que lleva trabajando en la empresa, la experiencia y conocimientos en danza internacional y los contactos.

Una labor esforzada

Tamara Rojo 1Actualmente la bailarina dirige uno de los ballets más prestigiosos del mundo y es la encargada de difundir este prestigio internacionalmente, pero cada vez con más dificultades financieras y, además, se lamenta de que en época de costosas campañas políticas no hay los fondos prometidos para el arte. Por este motivo, Rojo ha decidido aprovechar la gran demanda internacional para iniciar una serie de giras por China, Singapur, Méjico y España. Por un lado, la gira tiene como finalidad conseguir los fondos necesarios para financiar los próximos proyectos y, por otro lado, para que los mejores bailarines del mundo quieran también unirse a la compañía. Recuerda que, cuando era muy joven, conoció y se interesó por el Ballet Inglés cuando este emprendió una gira de festivales por España. De igual forma, quiere que otras personas tengan esta oportunidad.

La bailarina reflexiona sobre el futuro de la cultura en España y en Europa en general. Si queremos salvaguardar la cultura, afirma que el mecenazgo va a ser vital en los próximos años para que esta mantenga su influencia en la sociedad y asegure su legado a la posteridad. Anima a los empresarios españoles a tomar esta responsabilidad; si no, augura años muy tristes para la cultura. Hay que pensar en actividades y experiencias que puedan ser realmente útiles y transformadoras para la sociedad.

Durante la época en que Rudolf Nureyev dirigió el Ballet de la Ópera de París, renovó el espíritu y animó a una generación de artistas a sentirse más completos y motivados. Transformó el prototipo de bailarín que había hasta entonces, y la compañía fue mejor. Inspirada en él, Rojo también se ha propuesto dinamizar y vitalizar el BNE. Desde su nombramiento como directora artística, ha introducido obras en el repertorio como El corsario y Lest We Forget, una punzante obra contemporánea dedicada a la I Guerra Mundial. A su vez, pretende dar más protagonismo a los personajes femeninos, e inspirar también a una nueva generación de artistas que van a continuar con un legado para convertirse en profesores, pedagogos, coreógrafos y directores.

En otras interesantes expresiones de la artista, afirma sentir que se ha perdido liderazgo filosófico. No hay en la actualidad grandes pensadores, muchos de los que se dedican a la política son titiriteros y el mensaje se ha diluido en la mercadotecnia. Se pregunta: ¿dónde está Sócrates? En otras épocas las cosas estaban más definidas y cada uno tenía claro lo que debía defender, pero en la actualidad la opinión de cualquiera pesa igual, todos creen que su opinión pesa en el foro público, hay demasiado ruido.

A través de este pequeño artículo sobre la que consideramos una gran artista, Tamara Rojo, hemos podido acercarnos a temas que afectan al desarrollo, aprendizaje y porvenir del ser humano en la actualidad. Es muy triste que la cultura y el arte no sean algo prioritario en los programas de los gobiernos actuales, porque estos siempre han sido, a lo largo de la historia, motores de armonización, transformación y elevación del pensamiento humano y, como consecuencia, de las sociedades.

Para reafirmar y concluir con las reflexiones anteriormente comentadas, me gustaría hacer referencia a dos filósofos que han expresado de forma clara y con solidez su opinión en el foro público… Creemos que merece la pena ser escuchada….

«¿Cuál es la diferencia que hay entre la crónica de la vida que nos da el reportero y la que nos da el artista? El primero nos da hechos y sucesos tal como son; el segundo nos da esos mismos hechos y sucesos transformados. En la transformación nos revela un significado interno en los sucesos; este significado puede ser una tragedia o una comedia. Pero al transformar la vida crea una nueva forma, un nuevo molde para la vida» (Jinajaradasa).

«El ser humano se ha servido siempre del arte para tener conciencia de las ideas e intereses más sublimes del espíritu. Los pueblos han depositado sus concepciones más elevadas en las producciones de arte, las han manifestado y han tomado conciencia de ellas por medio del arte. La sabiduría está conectada en las formas creadas por el arte. El Arte nos ha entregado la clave para comprender la sabiduría de muchos pueblos» (Hegel).

Bibliografía consultada:

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