Sociedad — 31 de enero de 2019 at 23:00

Lo que tu payaso interior te puede aportar

por
estado clown

Buscar el estado clown es descubrir el propio payaso interior, que es la mejor versión de cada uno, para ayudarle a crecer a través de la danza, la música o los medios audiovisuales, y lograr sentirnos creadores de nuestra realidad. Solo siendo conscientes de esta realidad podemos transformarnos y mejorar.

El estado clown

El clown es capaz de conectar tanto con su interior como con el interior de los que le observan; es un estado de iluminación, coherencia y presencia, porque no solo está conectado con lo que es, sino que conecta con lo que de verdad son los demás. No trata de hacer reír, sino simplemente de ser verdad. Lo que siente y lo que hace es un acto inmediato en el que no se interpone el juicio; por eso todo es espontáneo y verdadero .

El estado clown se caracteriza, entre otras cosas, por transparencia, ternura, máxima sensibilidad, pasión, alegría, etc. El clown no es un niño, es un adulto que retoma la mirada de un niño que tiene una nueva vida en equilibrio para experimentar.

El payaso es un ser libre de miedos y que se muestra en cada momento como necesita, sin juzgarse y sin juzgar, sin mostrar lo que los demás esperan de él, sino lo que realmente es.

En estado clown se da permiso para mostrar lo que hay detrás del personaje. El payaso está conectado con todo el potencial del ser humano, y en él se encuentra el niño interior, ayudado de todas las herramientas que ha adquirido el adulto a lo largo de su vida. Por eso, el payaso logra de una manera muy placentera transmutar los bloqueos afectivos, emocionales y mentales.

El estado clown es un estado de gran presencia, que se da porque el payaso está en contacto con todo: consigo mismo, con el otro y con el mundo. El payaso es un ser del presente, todo ocurre en el aquí y el ahora, en la relación entre él y el mundo. No hay pasado o futuro: la vida es ahora, y como no hay nada más para él, está más vivo, y todo lo que sucede en cada instante es lo único importante.

Entrar en estado clown es entrar en un trance, un trance que uno elige para salir de lo establecido y conectar con la parte más verdadera.

En estado clown, se entra en un estado de máxima sensibilidad. Este estado de absoluta desnudez lleva al clown a sentir fortaleza al mostrar su vulnerabilidad.

El payaso saca a las personas de sus rutinas, miedos y prejuicios, para llevarlas consigo a su mundo, un mundo lleno de luz, de verdad y de posibilidades infinitas.

Desde su inocencia y su ternura, es capaz de manejar mediante el juego las vivencias dolorosas para la persona, como la muerte, la separación, el abandono, la locura, la violencia, para integrarlas a través de emociones conectadas.

Autoconocimiento

Uno de los principales valores terapéuticos de este estado clown es que el payaso acepta todo de sí, se acepta tal y como es. Es capaz de integrar sus luces y sus sombras, mostrarlas y sentirse totalmente liberado por ello.

El payaso se apoya en las partes más negadas de la persona, en lo que más hemos rechazado de nosotros y enjuiciado. Esto constituye la mayor baza y herramienta para acercarse al público y a quien le observa. El clownse nos presenta así como una herramienta de profundo autoconocimiento, que nos permite vislumbrar todas las dimensiones del ser humano.

En resumen, en este estado payaso, sumamente placentero, divertido, creativo y liberador, se logra además disolver la mayoría de las sombras con la propia luz interior.

Experiencias

pum pum b 32

Estas son tres de las numerosísimas vivencias relatada por personas asistentes a talleres de Principiarte y que han experimentado el estado clown. Cuando se entra en ese estado, a través de ejercicios, juegos e improvisaciones, se viven desde el imaginario situaciones que liberan gran cantidad de emociones reprimidas.

Garraslargas (Mapi)

Garraslargas luce con gran orgullo sus largas piernas, mira al público, le sonríe, le seduce con cada mirada inocente. Está llena de seguridad en sí misma, tiene una autoestima que rompe barreras y no entiende de complejos, ¡hasta lleva una jirafa colgada del brazo!

Esta payasa ha venido a enseñar a vivir a Mapi, empezando por hacer que se quiera, se acepte tal y como es y se sienta orgullosa de sí misma.

Pestañitas (Ana Gloria)

Ana está realizando un ejercicio, en el cual, solo con la mirada, ha de expresar una emoción… Pasa por delante de cada uno de los compañeros, mirando a los ojos, con la intención de expresar la emoción por ella pensada, aletea bastante sus pestañas, sin palabra articulada…

Esa noche soñó el nombre de su payasa, «Pestañitas», y eligió su vestuario: en su conjunto parece una «señora de su casa» que ha salido a comprar… arreglada pero informal.

Para Ana, entrar en estado clown como Pestañitas es como «volver a casa»…

Lupino (José Luis)

Cuando salió mi payaso, Lupino, y le preguntaron: ¿qué pasa con el miedo?, contestó: «El miedo, yo no sé qué es el miedo. ¿Miedo a qué?», Silencio. Y añadió: «Si cae una bomba aquí, ya me echaré a correr. ¡Pero mientras tanto…!»

Yo me quedé muy sorprendido por esta respuesta, ya que como José Luis sé perfectamente lo que es el miedo. Pero mi payaso no lo sabía, porque el miedo pertenece a la persona. Y muchas veces nos bloquea y limita, aun sin ser real.

Bibliografía

Jara, Jesús. Desde mi payaso. Cuadernos de navegación. Ed. Proexdra. Sevilla, 2008.

Jean-Christophe Seznec, Elise Ouvrier-Buffet. Pratiquer lÁCT par le clown. Les ateliers du praticien. 2014

Giovanni Fusetti AU COMMENCEMENT ÉTAIT LE CLOWN. École Parisienne de Gestalt, 1999-

Silvia Estarreado. Documentación interna de Principiarte*. 2012.

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