Arte — 10 de enero de 2008 at 23:38

Cómo publicar un libro… y no desesperar

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Editar un libro hoy en día puede ser lo más fácil del mundo, como más adelante veremos, o convertirse en toda una odisea, por no decir pesadilla.

Aunque para ser realistas, lo normal suele ser lo segundo, eso siempre que pongamos el listón muy alto, y queramos ser tratados como escritores de renombre, cobrando un buen porcentaje por la venta de la obra, y teniendo una buena promoción y distribución del libro, por no hablar de la del propio autor con entrevistas en radio y prensa.

Ese trato es algo que todos los que escribimos (o empezamos a hacerlo) soñamos, pero que está al alcance de muy pocos, lo cual, tal y como está montado el tema editorial es lógico, y no hay que desesperarse por ello, pues hay otros caminos para obtener algo similar, o al menos adaptado a nuestro verdadero mérito y empeño.

como_publicar_un_libro2.jpgPanorama de las editoriales

Según pude escuchar en la presentación de la nueva editorial (de impresión digital) Bubok.com, hay tres caminos para que un autor pueda ver publicado su libro: la primera haber ganado uno o varios premios literarios de cierto renombre y que a uno le abre muchas puertas; la segunda ser famoso o popular y de esa manera asegurarle a la editorial, con muy poco esfuerzo, un número razonable y rentable de ventas; y la tercera es el clásico amiguismo, es decir, tener dentro de la editorial a alguien conocido que pueda colarte en la maquinaria, en el proceso que supone la edición de un libro.

Esta dificultad viene dada por la inmensa cantidad de manuscritos que recibe una editorial, y es que somos muchos los que escribimos en España, tantos que, al parecer, sólo se publican uno de cada mil libros escritos. Les es imposible leer y seleccionar todo lo que llega, y lo honrado por su parte sería trasladar, como muchas hacen, la verdad al aspirante. Esto lleva a que algunas editoriales tengan proyectado lo que publicarán en los próximos dos años, con lo cual son inasequibles o trabajarán con tu libro a tres años vista como mínimo, eso suponiendo que pasen la criba de calidad y comercialidad que las editoriales se autoimponen, y en el que no siempre aciertan, pues obras que fueron rechazadas en una editorial, son éxito de ventas en otra.

Toda esta situación viene agravada, además, por que el sector de población que compra libros regularmente es minoritario, y más aún los que los compran y leen con cierta asiduidad, por lo tanto somos un publico muy reducido para una enorme oferta de títulos que luchan por hacerse un hueco en los escaparates de las librerías. Es una guerra de mercados que al escritor, como es natural, le debería ser ajena, pues su papel es dedicarse a escribir y hacerlo bien, con buenos contenidos, suficiente calidad literaria y sin pensar en lo que vendrá después. Destilando lo mejor de sí mismos, como muy bien dice Julio Peradejordi, editor en Obelisco.

Autoedición y coedición

Otra solución, no tan mala, es la autoedición y la coedición: consiste la primera en financiar con tu propio dinero el libro, y la segunda en pagar los gastos a medias con el editor. Esta fórmula que tanto hace rechinar los dientes a los escritores, pues se supone que el escritor ya ha hecho su trabajo invirtiendo tiempo y esfuerzo al escribir, y que ahora le toca al editor hacer el suyo, que es arriesgar tiempo y dinero en publicar.
Pero tal y como está el panorama no es una opción desdeñable, ya otros escritores antes de ser famosos, e incluso siéndolo, la han utilizado. La coedición es algo que existe desde hace muchísimos años, según tengo entendido Borges la utilizó en «Fervor de Buenos Aires»; también Ernesto Sábato pagó la edición de «El Túnel”; incluso «Alicia en el país de las maravillas» está entre las obras coeditadas. Es algo a lo que algunos escritores actuales de renombre recurren (demostrando que confían en su buen hacer), y es lógico, para una editorial las ventas, o la comercialización, dura unos pocos meses y no son fáciles, incluso haciendo una buena campaña las compras descienden en picado en un año, a no ser que la obra sea tan buena y comercial que se sostenga por sí misma, algo que pocos libros logran, con los consiguientes problemas de logística que eso acarrea, almacenamiento y la destrucción o reciclado de los libros no vendidos, algo poco solidario con la naturaleza.

Editoriales exclusivamente de autoedición hay muchas, algunas hacen negocio con la ilusión de los escritores (o gente que quiere ver sus escritos publicados) prometiendo no sólo la edición, sino la distribución del libro, y para ello no se detienen a ver si lo que editan tiene una mínima calidad, pues por cada obra que rechazan pierden dinero. Pero también las hay honestas que sí miran la calidad, que quieren cuidar su imagen como editorial, que te dicen la verdad de cómo están las cosas, y si van a poder distribuir el libro y dónde. En este caso la coedición, o la autoedición no es mala opción, y ver nuestro libro publicado no será difícil, siempre que estemos dispuestos a rascarnos el bolsillo y nos preocupe más la realización de un sueño que el beneficio de las ventas.

El libro digital

La revolución que está suponiendo la aparición de Internet, es algo que toca, y muy de cerca, al mundo editorial. Prueba de ello es el éxito que esta teniendo el portal de impresión digital de libros de Lulu.com, empresa norteamericana que también ofrece sus servicios en castellano para llegar a todo el mundo de habla hispana. Lo más probable es que a la vuelta de unos pocos años esta opción esté muy extendida; ya en España se está desarrollando un portal similar (Bubok.com), aunque muy diferente según aseguran sus gestores, para solventar el problema que tantos y tantos escritores tienen para ver editados sus libros.

Su funcionamiento es, en esencia, muy sencillo; podemos resumirlo diciendo que el autor al darse de alta puede contratar varias servicios: corrección de textos, maquetación, diseño de portada, gestión del ISBN y hasta el registro de la propiedad. Pero también puede hacer eso uno mismo, con lo cual el proceso sale mucho más económico. Luego puede ponerle un precio al libro que de coste viene a salir por unos 7 o 10€ , dependiendo de la cantidad de páginas; a eso hay que añadir lo que uno elija ganar que siempre será muy superior al porcentaje que una editorial puede ofrecer. Una vez seguidos estos pasos el libro pasa a formar parte del catálogo de libros del portal, con lo cual constará en el apartado donde mejor se ajuste el tema, con la foto de la portada, y un resumen que ayude a venderlo. A partir de ahí el libro estará disponible para ser comprado “online” y servido a domicilio.

Las ventajas son muy grandes: no hay casi intermediarios entre autor y lector, no hace falta almacenar nada pues el libro se imprime con tecnología digital según la cantidad de pedidos, el libro sale al público de manera rápida, por no hablar de la cantidad de árboles que ya no es necesario talar, entre otras muchas ventajas que podemos imaginar. Lo peor de este sistema es obvio, que no nos encontrarán en las librerías tradicionales, algo que poco a poco está empezando a dejar de ser un problema con la popularización de la venta por Internet.

como_publicar_un_libro3.jpgY si esta opción, por las razones que sean, tampoco se considera conveniente, siempre podemos esperar a ser “descubiertos” y seleccionados por una editorial tradicional, y si no lo fuéramos, acogernos a lo que decía Borges en sus últimos años a propósito de este tema: “Puede no estar en el destino de un escritor ser publicado”.

 

One Comment

  1. Fausto Miranda Castro

    Excelente articulo. Para mi es muy orientador porque soy un investigador agrícola jubilado, y profesor activo, en ciencia, tecnología e innovación sobre sistemas de producción y calidad de semillas agrícolas, autor y coautor de abundante material no publicado, de contenido novedoso en nuestro ámbito

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